La cláusula de suelo es una cláusula que se establece en las Escrituras de Préstamos Hipotecarios mediante la cual se establece un mínimo a pagar en las cuotas hipotecarias aunque los intereses ordinarios acordados con el banco sean más bajos.
En general, los préstamos hipotecarios que se suscriben en España tienen un interés que se basa en un tipo de referencia, por ejemplo el Euribor (aunque hay otros) más un diferencial que varía según el banco con el que se suscribe el préstamo.

Por lo tanto, si no conocemos si nuestra hipoteca tiene esta cláusula puede derivar en un conflicto hipotecario, ya que la cláusula de suelo es la que fija un porcentaje mínimo a cobrar por la entidad bancaria, aunque el interés surgido de la suma del tipo de referencia más el diferencial sea inferior. Hay muchos ejemplos y muchos simuladores de hipoteca, pero, como idea general, al haber disminuido el Euribor, de no existir la cláusula suelo, los clientes estarían pagando un promedio de 200 euros mensuales menos (según la información dada por muchas asociaciones de defensa de afectados por conflictos hipotecarios).

Con la reducción en las tasas de interés, actualmente justo por debajo del 2%, muchos de nosotros nos hemos dado cuenta de que nuestro pago no ha disminuido tanto como debería. La razón de esto es que algunos préstamos hipotecarios incluían cláusulas de "piso" hipotecario (" cláusula de suelo") que limitaban la reducción a un máximo, lo que no permitía a los prestatarios beneficiarse plenamente de la caída en las tasas. Para una hipoteca de € 200,000, esto significaría que podría estar pagando € 6,000 anuales más en intereses (los cálculos se hicieron para un "piso" establecido en 5%).

Parece que esto pasó desapercibido para los corredores de hipotecas generando varios conflictos hipotecarios, ya que estaba escrito en la "letra pequeña". Si la cláusula anterior está en aplicación, sería conveniente que hable con el banco para que se la elimine, por lo que le recomendamos que se acerque a su banco para averiguar si hay alguna y la impugne, solicitando que se elimine.

Si no hay respuesta, el segundo paso es presentar una hoja de reclamación al banco Si tampoco hay respuesta, entonces dirigir una queja al Banco de España informando sobre todo lo actuado.

Si no hay solución por esa vía, realizar una reclamación judicial. Existen varias sentencias que han decretado la nulidad de la cláusula suelo.